miércoles, 1 de septiembre de 2010

Rehilete


Una corriente de aire impulsa el movimiento de las aspas, a mayor velocidad de la corriente, el giro de las aspas también se incrementa. Con este principio se transforma la energía eólica (la del viento) en energía mecánica, y se aplica tanto en los molinos de viento que El Quijote confundiera con gigantes, hasta los molinos que extraen agua de pozos o los gigantescos aerogeneradores de energía eléctrica.


Sin embargo, este principio también tiene aplicaciones lúdicas en el juguete conocido como rehilete. Los hay de formas muy diversas: los fabricados con tres tiras de papel y un lápiz, los hechos con hojas de maíz secas sujetas a una vara, los elaborados con una hoja cuadrada y colores (cuyas instrucciones venían en los libros de texto de primaria), hasta los que venden los globeros, de plástico multicolor y metal; o más variados aún, los que simulan ser patas de correcaminos, alas de guacamayas o pétalos de flores.


Rehiletes coloridos. San Pedro Cholula, Puebla.

Esta última representación es digna de mencionar, ya que no se halla muy alejada de la realidad, pues existen plantas cuyas flores dan la impresión de estar girando, como si fueran rehiletes. El giro aparente en estas flores esta dado por la forma en la que el cáliz y sobre todo la corola (el conjunto de pétalos) de la flor se hallan dispuestos.

A esta característica se le conoce (en términos botánicos) como prefloración contorta, es decir, los pétalos se sobreponen con un lado cubriendo al siguiente y el otro cubierto por el anterior. La apariencia puede además estar complementada con lóbulos irregulares en los pétalos, lo cual también sugiere movimiento. En algunas flores los lóbulos cubren el pétalo anterior, en otras no llegan a tocarse.


Flores de la familia de las Apocináceas

Entre las familias de plantas donde la prefloración contorta es más evidente están las Apocináceas y las Malváceas. Las apocináceas incluyen plantas muy conocidas en el medio rural del sureste mexicano, como el cacalosúchil (cacaloxochitl, ajää’ pijy, nombre científico: Plumeria rubra), planta apreciada en varias comunidades indígenas y campesinas por el olor de sus flores, por lo que ocupa un lugar destacado en varios rituales, en otros contextos se usa como planta ornamental. Entre las malváceas, por otro lado, también hay plantas conocidas, como el algodón (Gossypium hirsutum), la flor de Jamaica (Hibiscus sabdariffa), u ornamentales como el tulipán de la India (Hibiscus rosa-sinensis).

Flores de la familia de las Malváceas

En la mayoría de las plantas con flor, la prefloración no es contorta, sino que presentan diferentes arreglos de pétalos. Y si bien las flores con prefloración contorta no puedan girar con el viento como lo hacen los rehiletes, esta semejanza las hace atractivas visualmente, y en lo particular, me recuerdan este divertido juguete. Hallarse con alguna apocinácea o malvácea en floración es como tener un ramillete de rehiletes.