“Al
anochecer, los espíritus de la muerte salen de sus cuevas, se convierten en
murciélagos y vuelan a comer guayabas”
Esta narración es de los taínos, la cultura
de las Antillas que observó por primera vez a los europeos, aunque también fue
de las primeras en desaparecer, y que legó al idioma español los nombres de
varias plantas, entre ellas el de la guayaba. La creencia taína es una
descripción fiel del comportamiento de los murciélagos, que vuelan de noche
para alimentarse de néctar, insectos o frutos, y que tienen una relación
(interacción es la palabra utilizada) con la planta cuyos frutos se comen.
No hay duda que comer guayabas beneficia a los murciélagos, constituye su alimento y así obtienen energía para vivir y volar, y seguramente otras propiedades de la guayaba les resultarán muy útiles (imaginen tan sólo los beneficios que la guayaba tiene para nosotros). Pero, ¿qué gana la guayaba con que se coman sus frutos? La respuesta está dentro del fruto, es decir, en las semillas que como todos sabemos, si llegan a germinar pueden crecer y crecer hasta llegar a ser un árbol adulto como su mamá-árbol-guayaba.
No hay duda que comer guayabas beneficia a los murciélagos, constituye su alimento y así obtienen energía para vivir y volar, y seguramente otras propiedades de la guayaba les resultarán muy útiles (imaginen tan sólo los beneficios que la guayaba tiene para nosotros). Pero, ¿qué gana la guayaba con que se coman sus frutos? La respuesta está dentro del fruto, es decir, en las semillas que como todos sabemos, si llegan a germinar pueden crecer y crecer hasta llegar a ser un árbol adulto como su mamá-árbol-guayaba.
Así que la historia es la siguiente, el
murciélago se come los frutos y beneficia a la planta de dos formas; la primera
es que vuele lejos, llevándose el fruto (semillas incluidas) muy lejos del
árbol que las produjo. Y la segunda es que al comerse el fruto, las semillas
atraviesan su intestino y, en el proceso, su cubierta se adelgaza; cuando son
defecadas, esas semillas tienen mayor probabilidad de germinar. Con una cubierta
más delgada, y lejos de su mamá-árbol-guayaba, la semilla germinará y crecerá
hasta ser un árbol adulto que producirá nuevas guayabas, que los murciélagos
comerán y… así sucesivamente.
Y esta labor la hacen no sólo los
murciélagos; cuando los europeos introdujeron el ganado vacuno en las Antillas
notaron que las guayabas les causarían problemas, ya que las vacas se comían
los frutos y, al ser defecadas, las semillas crecían muy bien en el excremento
de las vacas; así, los pastizales que intentaban crear se llenaban de árboles
de guayaba. Pero al final, a los conquistadores también les gustaron las
guayabas, tanto que se dieron a la tarea de llevar la planta al resto de los
continentes en los cuales se cultiva hoy para consumo humano; y en muchos casos
también alimentan animales, los cuales se comen sus frutos, dispersan sus
semillas, que germinan y crecen y… creo que ya me entienden.
Murciélago insectívoro en Tlahuitoltepec Mixe |
De esta manera, plantas como la guayaba
producen frutos carnosos, coloridos y olorosos que son sumamente atractivos
para los animales, lo cual no tiene otro objeto que la dispersión de sus
semillas. La planta sólo espera al primer antojadizo que se cruce con la
mamá-planta-guayaba, incluyendo murciélagos-espíritus de la muerte, para que
transporten lejos a sus semillas. De cierta forma, la guayaba seduce a quien la
come para que aún en la muerte, vuelva a comer sus frutos.
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La guayaba es uno de los pocos frutos de
origen mesoamericano cuyo nombre en español no deriva del nahuatl, sino del idioma
de los taínos de las Antillas. En nahuatl se le conoce como Xalxocotl, o jocote
arenoso (el jocote es el ciruelo amarillo, aunque xocotl también significa
agrio). En mixe es Pojx y en zoque Pots, del cual deriva el nombre de una
población de la sierra llamada Pots äm (Lugar de guayabas).
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Existe extensa información sobre la
guayaba, desde sus extensos usos medicinales, sus métodos de cultivo y crecimiento. Y aquí una descripción de cómo un murciélago se come una guayaba.
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